Missionário da Consolata na Colômbia e no Equador...

quinta-feira, 31 de dezembro de 2015

INTENCIÓN MISIONERA DEL PAPA FRANCISCO PARA ENERO DE 2016

Unidad de los cristianos

Para que mediante el diálogo y la caridad fraterna, con la gracia del Espíritu Santo, se superen las divisiones entre los cristianos.



sábado, 26 de dezembro de 2015

Sagrada Familia: Jesús, María y José (C) - Lucas 2,41-52 - ¿QUÉ FAMILIA?

La Sagrada Familia: Jesús, María y José (C)
EVANGELIO
Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 2,41-52
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
- Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
Él les contestó:
- ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
Palabra de Dios.
HOMILIA; ¿QUÉ FAMILIA?
Su madre guardaba todo en su corazón.
Hoy es el Día de la familia cristiana. Una fiesta establecida recientemente para que los cristianos celebremos y ahondemos en lo que puede ser un proyecto familiar entendido y vivido desde el espíritu de Jesús.
No basta defender de manera abstracta el valor de la familia. Tampoco es suficiente imaginar la vida familiar según el modelo de la familia de Nazaret, idealizada desde nuestra concepción de la familia tradicional. Seguir a Jesús puede exigir a veces cuestionar y transformar esquemas y costumbres muy arraigados en nosotros.
La familia no es para Jesús algo absoluto e intocable. Más aún. Lo decisivo no es la familia de sangre, sino esa gran familia que hemos de ir construyendo los humanos  escuchando el deseo del único Padre de todos. Incluso sus padres lo tendrán que aprender, no sin problemas y conflictos.
Según el relato de Lucas, los padres de Jesús lo buscan acongojados, al descubrir que los ha abandonado sin preocuparse de ellos. ¿Cómo puede actuar así? Su madre se lo reprocha en cuanto lo encuentra: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús los sorprende con una respuesta inesperada: « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais  que yo debía estar en la casa de mi Padre?».
Sus padres «no le comprendieron ». Solo ahondando en sus palabras y en su comportamiento de cara a su familia, descubrirán progresivamente que, para Jesús, lo primero es la familia humana: una sociedad más fraterna, justa y solidaria, tal como la quiere Dios.
No podemos celebrar responsablemente la fiesta de hoy sin escuchar el reto de nuestra fe.
·         ¿Cómo son nuestras familias? ¿Viven comprometidas en una sociedad mejor y más humana, o encerradas exclusivamente en sus propios intereses? ¿Educan para la solidaridad, la búsqueda de paz, la sensibilidad hacia los necesitados, la compasión, o enseñan a vivir para el bienestar insaciable, el máximo lucro y el olvido de los demás?
·         ¿Qué está sucediendo en nuestros hogares? ¿Se cuida la fe, se recuerda a Jesucristo, se aprende a rezar, o sólo se transmite indiferencia, incredulidad y vacío de Dios?.  ¿Se educa para vivir desde una conciencia moral responsable, sana, coherente con la fe cristiana, o se favorece un estilo de vida superficial, sin metas ni ideales, sin criterios ni sentido último?
José Antonio Pagola

sábado, 19 de dezembro de 2015

4º domingo de Adviento (C) - Lucas 1,39-45 - RASGOS DE MARÍA

4º domingo de Adviento (C)
EVANGELIO
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito.
- ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
Palabra de Dios.
HOMILIA: RASGOS DE MARÍA
María se puso en camino.
La visita de María a Isabel le permite al evangelista Lucas poner en contacto al Bautista y a Jesús antes incluso de haber nacido. La escena está cargada de una atmósfera muy especial. Las dos van a ser madres. Las dos han sido llamadas a colaborar en el plan de Dios. No hay varones. Zacarías ha quedado mudo. José está sorprendentemente ausente. Las dos mujeres ocupan toda la escena.
María que ha llegado aprisa desde Nazaret se convierte en la figura central. Todo gira en torno a ella y a su Hijo. Su imagen brilla con unos rasgos más genuinos que muchos otros que le han sido añadidos posteriormente a partir de advocaciones y títulos más alejados del clima de los evangelios.
·         María, «la madre de mi Señor». Así lo proclama Isabel a gritos y llena del Espíritu Santo. Es cierto: para los seguidores de Jesús, María es, antes que nada, la Madre de nuestro Señor. Este es el punto de partida de toda su grandeza. Los primeros cristianos nunca separan a María de Jesús. Son inseparables. «Bendecida por Dios entre todas las mujeres», ella nos ofrece a Jesús, «fruto bendito de su vientre».
·         María, la creyente. Isabel la declara dichosa porque «ha creído». María es grande no simplemente por su maternidad biológica, sino por haber acogido con fe la llamada de Dios a ser Madre del Salvador. Ha sabido escuchar a Dios; ha guardado su Palabra dentro de su corazón; la ha meditado; la ha puesto en práctica cumpliendo fielmente su vocación. María es Madre creyente.
·         María, la evangelizadora. María ofrece a todos la salvación de Dios que ha acogido en su propio Hijo. Esa es su gran misión y su servicio. Según el relato, María evangeliza no solo con sus gestos y palabras, sino porque allá a donde va lleva consigo la persona de Jesús y su Espíritu. Esto es lo esencial del acto evangelizador.
·         María, portadora de alegría. El saludo de María contagia la alegría que brota de su Hijo Jesús. Ella ha sido la primera en escuchar la invitación de Dios: «Alégrate… el Señor está contigo». Ahora, desde una actitud de servicio y de ayuda a quienes la necesitan, María irradia la Buena Noticia de Jesús, el Cristo, al que siempre lleva consigo. Ella es para la Iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa.
José Antonio Pagola

sábado, 12 de dezembro de 2015

3º Domingo de Adviento (C) - Lucas 3,10-18 - REPARTIR CON EL QUE NO TIENE

3º domingo de Adviento (C)
EVANGELIO
¿Qué hacemos nosotros?
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 3,10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
- ¿Entonces, qué hacemos?
Él contestó:
- El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
- Maestro, ¿qué hacemos nosotros?
Él les contestó:
- No exijáis más de lo establecido.
Unos militares le preguntaron:
- ¿Qué hacemos nosotros?
Él les contestó:
- No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
- Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.
Palabra de Dios.
HOMILIA; REPARTIR CON EL QUE NO TIENE
¿Qué hacemos?
La Palabra del Bautista desde el desierto tocó el corazón de las gentes. Su llamada a la conversión y al inicio de una vida más fiel a Dios despertó en muchos de ellos una pregunta concreta: ¿Qué debemos hacer? Es la pregunta que brota siempre en nosotros cuando escuchamos una llamada radical y no sabemos  cómo concretar nuestra respuesta.
El Bautista no les propone ritos religiosos ni tampoco normas ni preceptos. No se trata propiamente de hacer cosas ni de asumir deberes, sino de ser de otra manera, vivir de forma más humana, desplegar algo que está ya en nuestro corazón: el deseo de una vida más justa, digna y fraterna.
Lo más decisivo y realista es abrir nuestro corazón a Dios mirando atentamente a las necesidades de los que sufren. El Bautista sabe resumirles su respuesta con una fórmula genial por su simplicidad y verdad: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Así de simple y claro.
¿Qué podemos decir ante estas palabras quienes vivimos en un mundo donde más de un tercio de la humanidad vive en la miseria luchando cada día por sobrevivir, mientras nosotros seguimos llenando nuestros armarios con toda clase de túnicas y tenemos nuestros frigoríficos repletos de comida?
Y ¿qué podemos decir los cristianos ante esta llamada tan sencilla y tan humana? ¿No hemos de empezar a abrir los ojos de nuestro corazón para tomar conciencia más viva de esa insensibilidad y esclavitud que nos mantiene sometidos a un bienestar que nos impide ser más humanos?
Mientras nosotros seguimos preocupados, y con razón, de muchos aspectos del momento actual del cristianismo, no nos damos cuenta de que vivimos "cautivos de una religión burguesa". El cristianismo, tal como nosotros lo vivimos, no parece tener fuerza para transformar la sociedad del bienestar. Al contrario, es ésta la que está desvirtuando lo mejor de la religión de Jesús, vaciando nuestro seguimiento a Cristo de valores tan genuinos como la solidaridad, la defensa de los pobres, la compasión y la justicia.
Por eso, hemos de valorar y agradecer mucho más el esfuerzo de tantas personas que se rebelan contra este "cautiverio", comprometiéndose en gestos concretos de solidaridad y cultivando un estilo de vida más sencillo, austero y humano.
José Antonio Pago

sábado, 5 de dezembro de 2015

2º Domingo de Adviento (C) - EN EL MARCO DEL DESIERTO - Lucas 3, 1-6




origen imagen: Fano

6 de diciembre de 2015. 2 de Adviento (C). San Lucas 3, 1-6


"EN EL MARCO DEL DESIERTO


Lucas tiene interés en precisar con detalle los nombres de los personajes que controlan en aquel momento las diferentes esferas del poder político y religioso. Ellos son quienes lo planifican y dirigen todo. Sin embargo, el acontecimiento decisivo de Jesucristo se prepara y acontece fuera de su ámbito de influencia y poder, sin que ellos se enteren ni decidan nada.

Así aparece siempre lo esencial en el mundo y en nuestras vidas. Así penetra en la historia humana la gracia y la salvación de Dios. Lo esencial no está en manos de los poderosos. Lucas dice escuetamente que «la Palabra de Dios vino sobre Juan en el desierto», no en la Roma imperial ni en el recinto sagrado del Templo de Jerusalén.

En ninguna parte se puede escuchar mejor que en el desierto la llamada de Dios a cambiar el mundo. El desierto es el territorio de la verdad. El lugar donde se vive de lo esencial. No hay sitio para lo superfluo. No se puede vivir acumulando cosas sin necesidad. No es posible el lujo ni la ostentación. Lo decisivo es buscar el camino acertado para orientar la vida.

Por eso, algunos profetas añoraban tanto el desierto, símbolo de una vida más sencilla y mejor enraizada en lo esencial, una vida todavía sin distorsionar por tantas infidelidades a Dios y tantas injusticias con el pueblo. En este marco del desierto, el Bautista anuncia el símbolo grandioso del «Bautismo», punto de partida de conversión, purificación, perdón e inicio de vida nueva.

¿Cómo responder hoy a esta llamada? El Bautista lo resume en una imagen tomada de Isaías: «Preparad el camino del Señor». Nuestras vidas están sembradas de obstáculos y resistencias que impiden o dificultan la llegada de Dios a nuestros corazones y comunidades, a nuestra Iglesia y a nuestro mundo. Dios está siempre cerca. Somos nosotros los que hemos de abrir caminos para acogerlo encarnado en Jesús.

Las imágenes de Isaías invitan a compromisos muy básicos y fundamentales: cuidar mejor lo esencial sin distraernos en lo secundario; rectificar lo que hemos ido deformando entre todos; enderezar caminos torcidos; afrontar la verdad real de nuestras vidas para recuperar un talante de conversión. Hemos de cuidar bien los bautizos de nuestros niños, pero lo que necesitamos todos es un «bautismo de conversión»." 






"En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desiertoPreparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios»."

sábado, 28 de novembro de 2015

1º Domingo Adviento (C) - Lucas 21,25-28, 34-36 - ESTAD SIEMPRE DESPIERTOS



origen imagen: Fano

29 de noviembre de 2015. 1 de Adviento (C). San Lucas 21, 25-28, 34-36

"ESTAD SIEMPRE DESPIERTOS

Los discursos apocalípticos recogidos en los evangelios reflejan los miedos y la incertidumbre de aquellas primeras comunidades cristianas, frágiles y vulnerables, que vivían en medio del vasto Imperio romano, entre conflictos y persecuciones, con un futuro incierto, sin saber cuándo llegaría Jesús, su amado Señor.
También las exhortaciones de esos discursos representan, en buena parte, las exhortaciones que se hacían unos a otros, aquellos cristianos, recordando el mensaje de Jesús. Esa llamada a vivir despiertos cuidando la oración y la confianza es un rasgo original y característico de su Evangelio y de su oración.
Por eso, las palabras que escuchamos hoy, después de muchos siglos, no están dirigidas a otros destinatarios. Son llamadas que hemos de escuchar los que vivimos ahora en la Iglesia de Jesús, en medio de las dificultades e incertidumbres de estos tiempos.
La Iglesia actual marcha a veces como una anciana «encorvada» por el peso de los siglos, las luchas y trabajos del pasado. «Con la cabeza baja», consciente de sus errores y pecados, sin poder mostrar con orgullo la gloria y el poder de otros tiempos.
Es el momento de escuchar la llamada que Jesús nos hace a todos.
«Levantaos», animaos unos a otros. «Alzad la cabeza» con confianza. No miréis al futuro solo desde vuestros cálculos y previsiones. «Se acerca vuestra liberación». Un día ya no viviréis encorvados, oprimidos ni tentados por el desaliento. Jesucristo es vuestro Liberador.
Pero hay maneras de vivir que impiden a muchos caminar con la cabeza levantada confiando en esa liberación definitiva. Por eso, «tened cuidado de que no se os embote la mente». No os acostumbréis a vivir con un corazón insensible y endurecido, buscando llenar vuestra vida de bienestar y placer, de espaldas al Padre del Cielo y a sus hijos que sufren en la tierra. Ese estilo de vida os hará cada vez menos humanos.
«Estad siempre despiertos». Despertad la fe en vuestras comunidades. Estad más atentos a mi Evangelio. Cuidad mejor mi presencia en medio de vosotros. No seáis comunidades dormidas. Vivid «pidiendo fuerza». ¿Cómo seguiremos los pasos de Jesús si el Padre no nos sostiene? ¿Cómo podremos «mantenernos en pie ante el Hijo del Hombre»"

EVANGELIO

San Lucas 21,25-28, 34-36


"En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo, ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo temblarán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y la preocupación del dinero, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del hombre."

quarta-feira, 25 de novembro de 2015

Amazônia: fonte de vida no coração da Igreja

                   
 
 







                 

Bogotá, Colômbia, 18 de novembro de 2015

Queridos missionários, missionárias e leigos da Consolata,

Desejamos muitas bênçãos em vossos trabalhos missionários, pedindo a Deus e à Santíssima Virgem Consolata que sigam abençoando suas vidas e a missão que nos foi confiada.
Desde Bogotá, onde participamos do encontro da Rede Eclesial Pan-amazônica (REPAM), que busca articular as forças missionárias para um trabalho de conjunto na chamada Pan-amazônia, que engloba Bolívia, Brasil, Colômbia, Equador, Guiana, Guiana Francesa, Peru, Suriname y Venezuela.
A REPAM é como o rio Amazonas, que se vai formando desde as experiências e vivencias de muitas pessoas, comunidades, paróquias, vicariatos, prelazias, dioceses, congregações, organizações, etc., recordando que “a Igreja está na Amazônia, não como aqueles que têm as malas na mão para partir depois de terem explorado tudo o que puderam. Desde o início que a Igreja está presente na Amazônia... e lá continua presente e é determinante no futuro daquela área” (Papa Francisco, Rio, 27/07/2013). 
A REPAM surgiu do diálogo, consenso e compromisso conjunto do CELAM, Cáritas AL, CLAR e Comissão para a Amazônia da CNBB e foi fundada oficialmente no encontro de Brasília, em setembro de 2014. Neste momento tem um comitê de articulação, cujo presidente é o Card. Cláudio Hummes e o secretário executivo é Maurício Lopez, laico jesuíta. Recordamos que eles reconhecem a Consolata como um dos membros fundadores de REPAM.
Para conhecer um pouco mais desta Rede Eclesial, partilhamos alguns aspectos importantes:
VISÃO DA REPAM: À luz do Evangelho de Jesus Cristo, morto e ressuscitado, queremos viver uma experiência de fraternidade e solidariedade encarnada e inculturada, como instrumento de diálogo e unidade eclesial, sinal e horizonte do Reino de Deus (junto com outros/as de boa vontade), ao serviço da Pan-Amazônia, em defesa da vida, Dom de Deus, seriamente ameaçada, o que implica “criar consciência nas Américas da importância da Amazônia para toda a humanidade” (DA 475).
OBJETIVO DA REPAM: Desde uma plataforma de intercambio e enriquecimento mútuo e uma confluência de esforços das igrejas locais, congregações religiosas, instituições eclesiais e do laicato, e organizações afins, com voz profética e ao serviço da vida, da criação, dos pobres e do bem comum, nos propomos como REDE ECLESIAL PAN-AMAZÔNICA (REPAM), A potenciar de maneira articulada, a ação que realiza a Igreja em território pan-amazônico, actualizando e concretando opções apostólicas conjuntas, integrais e multi-escalares, no marco da doutrina e as orientações da Igreja.
Suas prioridades estão organizadas em alguns eixos (que se vão formando aos poucos):
1)      Povos indígenas e grupos vulneráveis
2)      Direitos Humanos e Incidência
3)      Formação e Pastoral Itinerante Amazônica
4)      Alternativas ao Desenvolvimento, Bem-viver e mudança climática.
5)      Comunicação para a transformação
6)      Redes Internacionais (Caritas, CIDSE, Agências Católicas, ONU, REBAC – Rede Eclesial da Bacia do Congo, FSPA, Redes afins especializadas).
7)      Investigação e mapeio
8)      Igrejas em Fronteira

Neste momento, a REPAM se está construindo e se vai conformando da seguinte maneira:
Como podemos ver no gráfico anterior, nós da Consolata (missionários, missionárias e leigos) fazemos parte desta Rede Eclesial por nosso trabalho de décadas nesta realidade amazônica do Brasil, Colômbia, Venezuela, Equador e Peru. Recordemos que em nossos projetos regionais e continentais, temos presente a opção indígena e o trabalho na Amazônia como prioridades.
Como nos diz a mensagem do Cardeal Cláudio Hummes, presidente da REPAM, à família Consolata, “que estejamos sempre muito juntos neste trabalho da REPAM. Vocês também estão dentro e trabalhemos, portanto, juntos, e juntos peçamos que Deus não nos falte neste grande trabalho de evangelização e, também, de restauração e preservação da natureza”.
Muitas congregações também estão respondendo a este desafio (jesuítas, maristas, franciscanos, capuchinhos, cônegas de Santo Agostinho, combonianos, etc.). Como nos disseram vários bispos, religiosos, religiosas, leigos e indígenas: “A Amazônia precisa do vosso carisma de consolação”.
O desafio está lançado! Como vamos responder a este convite que nos lança Jesus por meio do papa Francisco, do cardeal Hummes e da REPAM?
Neste momento, mantenhamos firme nossa esperança e sintamos que Deus segue enviando seu Espírito para iluminar nosso caminho missionário. E a REPAM deve ser visto como esta luz de Deus que ilumina nosso caminho missionário no continente americano, sobretudo em nossas opções indígena, afro, urbana e amazônica.
Saudamos também com esperança o surgimento da Rede Eclesial da Bacia do Congo – REBAC, onde nossa família missionária também tem uma presença profética e de fronteira. A criação da REPAM e da REBAC são sinais de um novo tempo para a missão, que nos convidam a trabalhar junto com outros na defesa da vida, dos direitos dos povos e no cuidado da nossa irmã, a Mãe Terra. Um novo tempo marcado pelo apelo a escutar o clamor dos povos e o clamor da terra. 
Como nos diz a Ir. Joelma de Meneses, CDP, que trabalhou muitos anos na Amazônia equatoriana: “Sonhos que se sonham sozinho, sonhos ficam. Sonhos que se sonhamos juntos, mudanças geram”. Sonhemos juntos para construir um mundo melhor na Amazônia desde nosso carisma de Con-sol-ação.
Fraternalmente unidos em família.

Ir. Ines Arciniegas, mc                                              Pe. Júlio Caldeira, imc